Me despierto de repente sumida en una gran ansiedad.
Soñaba que estaba contigo y los niños, como siempre. No aguanto más sin veros,
sin sentiros.
Ahora sólo escucho llantos y lamentos de algunos que parecen
llevar aquí más que yo, quejidos que desgarran el falso silencio de lo que
llaman jardín de paz.
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Días de un olvido / Cementerio General, Santiago de Chile.
© Víctor Santamaría, 2016